domingo, 19 de enero de 2020

CAMBIO DE TURNO. Continuación 02

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            Por la mañana, en la comisaría, leyó el informe preliminar de Lécuyer. La muerte se había producido la noche del martes, entre las 24:00 y las 2:00 de la madrugada, sin determinar con más concreción a falta de estudios más pormenorizados dado que los cuerpos habían permanecido sumergidos durante, al menos, cuatro períodos coincidiendo con la subida de las mareas. Las olas los habían desplazado levemente, pero continuaban prácticamente en el mismo sitio donde se produjo la muerte dado que, y esto era una novedad, los amarres que los inmovilizaban se habían fijado también a unas estacas clavadas en la arena bajo sus cuerpos. La causa de la muerte era la asfixia; las erosiones y desgarros en la piel se produjeron post mortem, probablemente a causa del carroñeo ocasionado por la fauna tanto marina como, probablemente, gaviotas o aves similares. La cuerda pertenecía a la misma partida que la utilizada en los crímenes anteriores y el pegamento de los labios seguía siendo cianocrilato. También se encontró semen del hombre en el interior del cuerpo de la mujer.
            Parte de la ropa de las víctimas fue encontrada entre unas rocas a unos trescientos metros de la escena, debió ser movida por las olas y depositada posteriormente por la marea en ese lugar. A poca distancia del escenario, pero sumergido y medio enterrado, los buzos encontraron el bolso de la mujer con su documentación; se llamaba Catherine Fabre de treinta y un años, residente en Niza. Un coche aparcado junto al cercano hotel Cap-Estel no pertenecía a ningún cliente y las cámaras de vigilancia documentaron el momento de su llegada, a las 19:42 del martes, y cómo un hombre y una mujer salían de él transportando una bolsa de viaje. El vehículo pertenecía a Olivier Moreau, de treinta años. También se comprobó mediante encuestas a los familiares que, efectivamente, mantenía una relación sentimental con Catherine Fabre. A falta del trámite de la identificación de los cadáveres por parte de allegados de ambas víctimas la identificación se daba por positiva.
            Se recogieron en las inmediaciones no menos de un centenar de colillas de cigarrillos junto con unas cuantas cajetillas de distintas marcas, vacías y arrugadas. Como no habían obtenido ADN en los anteriores crímenes no había nada con lo que comparar los resultados de los análisis sobre los nuevos restos. Las cámaras de vigilancia tampoco aportaron nada fuera de lo normal, salvo la del hotel que, además de documentar el aparcamiento, también enfocaba parte de la costa, permitiendo ver las luces de una embarcación transitando por la zona a las 22:58 y perdiéndose la imagen en dirección a la cala donde aparecieron los cuerpos. “Quizá la disposición de las luces permita reconocer el barco”, pensó Camille, “no parece un pesquero, probablemente algún yate pequeño de los que hay miles por la región, será difícil”.
            Abrió en el ordenador el correo de Henri con las referencias a los Amantes de Valdaro y se quedó contemplando la fotografía. Leyó parte de la información: Tenían unos 6000 años de antigüedad y fueron encontrados en Valdaro, localidad italiana cercana a Mantua y a algo más de cuatrocientos kilómetros de Niza. Al encontrarse esta tumba, con dos esqueletos pertenecientes a un  hombre y una mujer jóvenes, de entre dieciocho a veinte años, mirándose de frente y abrazados, se les llamó inmediatamente amantes. Se encontraron entre ellos restos de una lanza, un chuchillo y otras armas punzantes. Comparó la posición de estas armas con el informe forense: una lanza cerca del cuello del hombre, justo el lugar que ocupaba una de las estacas de fijación al suelo en la escena del crimen; un cuchillo junto a los muslos de la mujer, coincidiendo con otra de las estacas de fijación en el crimen; y varias armas más cerca de la pelvis del esqueleto femenino, exactamente igual que la tercera estaca localizada en el escenario. Ya no quedaba ninguna duda, Cupido imitaba a los Amantes de Valdaro.

            Siguió leyendo: Se realizó un análisis forense a los restos arqueológicos y se determinó que no murieron a causa de las armas encontradas junto a los huesos, pudiendo deberse su muerte a causas naturales. Se especuló con que murieron de frío mientras se abrazaban, aunque lo más probable es que fueran colocados así tras su muerte. Otra curiosidad: La ciudad de Mantua ya tenía una reputación literaria respecto a crímenes pasionales; en ella estuvo exiliado Romeo mientras Julieta se suicidaba, según el drama de Shakespeare y también en esta ciudad sitúa Verdi el drama representado en su opera Rigoletto, otra historia de amor, venganza y muerte. Comentó el tema con Géroux.
            —Sorprendente —dijo su compañero inclinándose con atención sobre la pantalla del ordenador.
            —Coincide todo —aseveró Camille—, la postura en todos los crímenes, los anclajes situados en este último, la muerte sin marcas de violencia…
            —Asfixiarlos ya es violento…
            —Estoy segura de que el asesino no lo ve así. Para él es algo romántico, algo que forma parte de un drama. Creo que le interesa más el escenario que el asesinato. Esto tiene pinta de ser una obsesión. Y si es así, los Amantes de Valdaro y Mantua pueden ser la mejor pista que hemos tenido hasta el momento.
            —Me encantaría pasar unos días en Italia —dijo Géroux con cierto entusiasmo mal disimulado—. ¿Hablamos con el comisario?
            —Vamos a ver antes si encontramos alguna relación de las víctimas con la arqueología, con Mantua, con los Amantes de Valdaro, con exposiciones sobre el tema, conferencias… Todo lo que se nos pueda ocurrir al respecto. Cupido se toma su tiempo para preparar los crímenes y los escenarios, selecciona a sus víctimas de modo que puede acercarse a ellos impunemente; quizá en su proceso de selección se fije en detalles que le recuerden a los Amantes, quizá las víctimas compartan en alguna medida su propia obsesión. No sé si esto nos llevará a algún lado, pero deberíamos investigarlo.
            —De acuerdo, me parece una buena teoría. ¿Qué te parece si comienzo por las agencias de viajes? Quizá las víctimas visitaron Mantua y Cupido las seleccionó allí. Puede que incluso viajaran juntos.
            —Buena idea. Ponte con ello. Yo investigaré sus estudios y aficiones. Y también me informaré sobre conferencias o exposiciones que se hayan realizado en Niza y alrededores sobre esos restos arqueológicos. Puede que su contacto con el tema se haya producido aquí. Y  si todo encaja con Mantua, creo que nos vendría bien hacer un viaje a Italia.

            —Te tomo la palabra —terminó diciendo Géroux.


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1 comentario:

  1. ¡Hola Adrienne! Formo parte de la iniciativa 'Seamos Seguidores'.
    Ya te sigo de vuelta. Tienes un excelente contenido. Mi blog es: https://blueshendrix.blogspot.com

    Un saludo

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